El almacén
Los tiempos han cambiado para mi negocio. Cuando empecé en el mundo del pádel hace ya más de 15 años, todo giraba en torno a la tienda. El contacto directo con el cliente era fundamental. Por aquellos tiempos se trataba de un deporte en consolidación y tener una tienda en la que atender a los jugadores era muy importante porque muchos tenían dudas sobre el material que aún no había alcanzado el grado de sofisticación actual.
Pero 15 años más tarde la situación es bien diferente. Me vi obligado a cerrar una de las dos tiendas que tenía en la ciudad dejando la otra por imagen, aunque últimamente rozamos las pérdidas debido al mantenimiento y coste del alquiler. La buena noticia es que hemos encontrado nuestra tabla de salvación, que es la de muchos colegas: el mercado electrónico.
Y para ello invertimos el dinero obtenido por cerrar una de las dos tiendas en un pequeño almacén que se ha convertido en el pilar de nuestro negocio. Ahora vendemos productos a todo España y parte del extranjero, como se suele decir, y para gestionar estas ventas tenemos un almacén. Pero no podía ser un almacén cualquiera. Por la experiencia de otros colegas del negocio apostamos por un almacén automatizado que contará con panel PC para gestionar la logística.
Y ahora que lo pienso me doy cuenta del gran acierto que tuve al tener un poco de paciencia a la hora de organizar el almacén. En vez de lanzarme rápidamente a montar el almacén para dar cobertura a los pedidos esperé hasta tener claro cómo organizar este espacio que sabía se iba a convertir en clave en el futuro del negocio.
Y la clave que todos los expertos señalaban era contar con un adecuado sistema logístico. Y la palabra clave: automatización. En nuestro caso no se trataba de un gran almacén, pero contar con un panel PC y otras herramientas que nos ayudaran a organizar los pedidos me parecía la mejor solución para que nuestro desembarco digital fuese un éxito. Y no me equivoqué. Ahora ya estoy pensando en ampliar el almacén.